La desafiante aventura de Carolina Durante en Sevilla
La banda madrileña, Carolina Durante, reventó la sala Pandora de Sevilla presentando su último trabajo, Elige tu propia aventura, en un recital sobresaliente donde demostraron ser uno de principales referentes de la escena nacional.
El fenómeno Carolina Durante es incuestionable a estas alturas de la película. Te pueden gustar más o menos, sentirte identificado con sus canciones o no, amar u odiar su ritmo y poses desenfrenadas sobre el escenario o, al fin y al cabo, querer envolverte o no en las aventuras en que se convierten cada uno de sus conciertos. Lo que no parece negociable es que la formación se ha convertido en el gran grupo de guitarras en la era de lo urbano.
Su actuación del pasado sábado en la sala Pandora de Sevilla sirvió para comprobar de primera mano el efecto de los madrileños y su nuevo trabajo fuera de la capital, en una gira al uso, y en una sala que alberga en torno a las 1500 personas de capacidad para este tipo de eventos. Fueran los que fueran, la sala mostró un lleno absoluto desde el arranque del bolo, con una media de edad insultante, en torno a los 25 años, que asustaba, y con razón, a los más veteranos del lugar.
Antes, como entrante de lujo, pudimos disfrutar de la actuación de Las Dianas, en otra de las destacadas facetas de los protagonistas de la noche, externa a su propia producción, como “promotores” o prescriptores musicales. El pop divertido, desvergonzado, pero crítico de las granadinas hizo entrar en calor a un público que ya poblaba la mitad de la sala desde el inicio de su notable actuación.
Con el ambiente en su punto de ebullición y a cinco minutos de las nueve de la noche, saltaban al escenario Carolina Durante. Rodeados de enfervorizada chavalada, con un pintón pero pertinente atrezo sobre el escenario –recreando las salas y espacios de una oficina clásica-, y un sonido que a pesar de los ajustes y griterío correspondiente, brilló de manera abrumadora durante todo el show. Un show donde uno se sentía viejuno por momentos y rejuvenecido en otros, con tiempo –mucho- para el desenfreno, los saltos y los coros, y momentos –pocos- de introspección y reflexión.
Dejando definitivamente a un lado el análisis sociológico, y centrándonos en el musical, el sexteto –con un segundo guitarra y una sección de teclados- arrancaba sin contemplaciones con ´Joderse la vida´, en uno de los numerosos ejercicios “terapéuticos” de su fabuloso nuevo disco. Letras propias e íntimas, salidas de la cabeza de Diego Ibañez, pero con un mensaje identificativo y universal para los y las coetáneas que abarrotaban la sala sevillana.
Esa lírica poética y madura, y la ornamentación creada por Juan, Martín y Mario –soberbios durante toda la noche al igual que Diego- se entremezcla con el descaro y frescura que les han llevado a capitanear una importante facción de la música alternativa nacional; ‘Famoso en tres calles’, de su disco Cuatro chavales (2022), se intercalaba entre ´Misil´y ´Tempo 2’, en un claro ejemplo de lo que sería el resto de un repertorio donde Elige tu propia aventura (2024) fue la gran estrella de la noche.
‘Niña de hielo’ sirvió como flashback para comprobar, una vez más, lo bien que han envejecido sus primeros temas, y constatar como el núcleo duro del aforo se ha subido al barco en su última parada, mostrando un mucho menor entusiasmo o casi desconocimiento de los cortes más antiguos.
El éxtasis de ‘TOMÉ CAFÉ’ y los primeros pogos sirvieron de aviso para lo que se venía, pero antes hubo tiempo para la faceta más melódica de los Carolinos: ‘Dios plan’, ‘San Juan’, ‘Verdes, césped’ y ‘Joder, no sé’ formaban un póker perfecto para tomar aire, tragarte el nudo de la garganta, bailar -tímidamente- y vociferar cada uno de sus versos.
Sin descanso, llegaba un nuevo ataque que incendiaba una sala resistente a las ofensivas de la banda. Una sala con un sonido más que solvente, como decíamos antes, una visibilidad excelente desde cualquier rincón de la misma, y el ingrediente final de ver a un grupo como Carolina Durante, gozárselo y hacernos gozar en el cara a cara con su fanaticada.
‘Granja escuela’, su primer gran himno ‘Cayetano’, o ‘Monstruo’, con Diego atravesando el público hasta alzarse sobre la mesa de sonido, terminaron de encender un foro que ya vivía en un constante baile descontrolado, golpes, saltos y la policía del pogo merodeando por el lugar. ‘Casa Kira´ volvió a mostrar la desmedida conexión con su público más joven, antes del hermoso desgarro de ‘Elige tu propia aventura’, seguramente el mejor tema de su homónimo disco y quizás de su carrera, con los nuevos teclados supliendo los metales preciosistas del disco.
La vuelta a la nostalgia con ‘La noche de los muertos vivientes’ o ‘En verano’, la coreadísima ‘Yo pensaba que me había tocado Dios’ y la escueta calma de ‘Perdona (Ahora sí que sí)’, de Marcelo Criminal, dieron el pase de gol final para un remate a puerta vacía con todo el respetable rendido a los pies de un equipo de época.
El sublime alegato a la amistad y el pozo sin fondo de ‘Hamburguesas’, el pop histérico de ‘Normal’ y el resumen paradójico de ‘Las canciones de Juanita’ terminaron de demostrar que Carolina Durante suena mejor que ayer pero peor que mañana, y que además de ser tu nuevo grupo favorito, será el de quienes vienen por detrás.
