
Entrevista a Juan A. Ruiz-Valdepeñas
Horas Muertas – Ediciones Milwaukee
Juan A. Ruiz Valdepeñas acaba de publicar su primera novela, «Horas Muertas». Durante su lectura te sumerges en el mundo de un adolescente durante unos días.
– Es tu primera novela, ¿Llevabas tiempo con ella en la cabeza?
Mucho tiempo. Era una idea que me seducía y atormentaba a partes iguales. Sobre todo se hizo más constante a partir de los treinta años, cuando la adolescencia vuelve a formar parte de muchas conversaciones.
– ¿Que fue lo que te motivó a escribirla?
Pues la seguridad que me dio el escribir periódicamente para un medio. Este hecho, fundamental, me aportó la seguridad narrativa suficiente para lanzarme de lleno a escribirla. Eso y el continuo espoleo de mi mujer para que diera rienda suelta a mis inquietudes.
– Tu libro trata sobre cualquier día en la vida de un adolescente….¿Echas de menos esa época?
Para nada. A ver, como dice Kiko Amat, he escrito la novela con una «melancolía atroz» pero eso no significa que quiera volver a esa época. Volviendo al tema de la treintena, percibí que mucho hombres, al llegar a esa edad su cabeza vuelve a refugiarse en aquella época donde, aparentemente, todo era feliz, sin preocupaciones, pero claro, lo que nadie cuenta era la cantidad de «horas muertas» que nos pasábamos mirando el techo. Eso se omite conscientemente. No echo de menos la adolescencia, de hecho, a partir de los treinta mi vida ha ido a mucho mejor.
– Las «Horas Muertas» podría ser claramente autobiográfica. ¿Lo es?
Sin lugar a dudas. No hay que negar la evidencia, ni esconderla. Es cierto que en la novela se relatan historias que he vivido, que me han contado, otras han sido exageradas y otras se han convertido en una especie de mito. Al final, cuando escribes, por lo menos al principio, expresas tus vivencias más personales. Es como la primera regla de la escritura de Kurt Vonnegut: «Escribe de lo que conoces». Yo conocía esa época, esos momentos, ese tipo de conversaciones y vivencias y así han sido reflejadas.
– Personalmente me ha hecho revivir muchas cosas, me he sentido identificada. ¿Alguno de tus lectores te lo ha comentado?
Ese es un comentario que me han hecho varias personas, porque, independientemente de donde hayas nacido, al final hay patrones educativos, culturales y vivenciales que son compartidos.
– ¿Te has planteado hacer una segunda y tercera parte? ¿La veintena y la treintena?
(Risas) Me lo estuve planteando. Tanto hacer el período universitario como el salto a la treintena, pero creo que los personajes van a finalizar su periplo… Por el momento.
– El protagonista tiene muchas ganas de ir al Festimad. ¿Llegastes a ir?
No llegué a ir al Festimad y es algo de lo que me he arrepentido con los años, porque tocaban dos de los grupos que más en boga estaban como Rage Against The Machine y, sobre todo, Smashing Pumpnkins, que estaban en su mejor momento y a los que escuchaba a todas horas, hasta tal punto que rayé el «Mellon Collie & Infinte Sadness». Si te soy sincero, incluso si hubiera tenido todas las facilidades para ir creo que no hubiera ido. El miedo me atenazaba y es más fácil alardear de querer ir que tomar la decisión. Por aquel entonces andaba atrapado en un espacio muy pequeño que llegaba a ser asfixiante a la par que reconfortante. Así que me quedé mirando la octavilla.
-La frase que me viene para Las Horas muertas es «Mi Gran Submundo»
(risas) Perfecto como subtitulo. Pero es que ese submundo acaparaba toda tu atención y dedicación. Era increíble lo importante que era para nuestro devenir cotidiano y creo que no nos dejaba ver más allá y, por suerte, había y hay mucha vida más allá de eso.
– Por eso digo «Mi gran»….porque en ese momento no existe nada más…Pero retomando algo que me has comentado antes «Escribir lo que conoces»¿No te atreverias entonces a escribir otro tipo de género?
No sé si me veo capaz por el momento. Tengo dos historias rondándome la cabeza que se alejan de lo convencional a mí, que me obligarían a dar el salto a ponerme en el pellejo de otros personajes alejados a mí, bueno, excepto que el protagonista de uno frecuenta muchos bares… Jajajaja. La verdad es que tras «Horas Muertas» ando un tanto seco en la creación narrativa, algo normal por lo que me han contado, pero, no sé, tengo que ver por dónde voy a tirar ahora. Volver a nutrirme de otro tipo de lecturas y vivencias y a ver qué sale.
– «Nutrirme otro tipo de lecturas». He escuchado en una entrevista que distes en la radio ROM Murcia que para ser escritor tienes que leer muchisimo.
Mucho, mucho, mucho. Es vital.
-Entonces, Amplificando a «El arte en general» Ser creativo, ¿Se hace o se nace? ¿Que opinas?
Gran pregunta. Creo que hay gente con un talento innato que tiene más facilidad que otros para desarrollar su sentido artístico. Esto esa así. No creo que todo el mundo pueda ser creativo. Tengo la suerte de vivir con una persona muy creativa y hay cosas que a mí no se me pasarían por la cabeza y a ella sí, pero bien es cierto, que hay que saber exprimir otro tipo de cualidades o esforzarse en aprender. Independientemente de si eres una persona más o menos creativa, lo que sí que está claro es que hay que trabajar mucho, Las cosas no salen con facilidad. Los libros o los artículos no se escriben solos. Hay que darles caña y podrás tener mayor o menos facilidad, pero cuanto más trabajes mejor será el resultado.
– Tu andanza en el mundo de los libros empezó con la editorial que llevas junto a tu hermana, Ediciones Milwaukee.
Efectivamente. Ahí andamos tres años después.
-¿Por qué os enfocaistes hacia ese mundo?
Por dos motivos fundamentales: el primero responde a nuestra ansía literaria. Somos lectores enfermizos a los que nos gustan los libros como lo que más y eso es una pulsión interna alimentada en nuestro hogar durante toda la vida. Y la segunda es que queríamos dar luz al talento descomunal que existe en nuestro país y que, en muchas ocasiones, se ve rechazado por otro tipo de cuestiones. Así que tras vivir una crisis en todos los sentidos, decidimos que en vez de amilanarnos, teníamos que dar un paso al frente y apostar por hacer cosas que nos gustaran. Y así llevamos tres años y con nuevos libros en la recámara.
-¿Qué cuestiones rechazan el talento de nuestro país? ¿Crees que también abarca otros ámbitos artísticos?
Supongo que la visión comercial de grandes grupos empresariales orillan otro tipo de historias. En el mundo literario creo que se apuesta más, a nivel comercial, por novelas donde el protagonismo se la lleva la trama y, en cambio, nosotros apostamos más por novelas de personajes. Respecto a otros ámbitos artísticos, creo que no se diferencia mucho,
-Supongo que con la editorial habéis aprendido mucho.
Aprendes cada día, cada hora y cada segundo y de los errores más.
Las novelas de personajes quizás exigen una mayor dedicación lectora, más atención, pero es cierto que existe un público creciente que apuesta por este tipo de libros.
-Y hablando de escritores nacionales. ¿Puedes hacer alguna recomendación?
Claro. Recomiendo muy mucho a Francisco Casavella. Todas sus obras, pero en especial la trilogía que compone «El día del Watusi». Otros autores, Carlos Zanón, Kiko Amat, Santiago Lorenzo, las crónicas periodísticas de Manuel Jabois, Pablo Martínez Zarracina y Enric González y, por supuesto, los autores de Milwaukee: Ignacio Ampudia, Fernando Nuño, Margarita G. Tabares y Nacho Guirado.
Hemos terminado Juan. Muchas gracias por atenderme y esperamos leerte por mucho tiempo más.
Muchas gracias a vosotros.
Redacción: Anna Castro C.
Valora y comparte esta noticia









