Bob Dylan 20 Canciones imprescindibles
Contenido del articulo
- Bob Dylan 20 Canciones imprescindibles
- Canciones de Bob Dylan
- Bob Dylan canciones 1.«Song to Woody» (1962)
- Bob Dylan canciones 2. «Masters of War» (1963)
- Bob Dylan canciones 3.«The Times They Are a-Changin’» (1964)
- «Mr. Tambourine Man» (1965)
- «Tombstone Blues» (1965)
- «Just Like a Woman» (1966)
- «All Along the Watchtower» (1967)
- «Girl from the North Country» (con Johnny Cash) (1969)
- «Knockin’ on Heaven’s Door» (1973)
- «Forever Young» (1974)
- «Simple Twist of Fate» (1975)
- «Romance in Durango» (1976)
- «Gotta Serve Somebody» (1979)
- «Sweetheart Like You» (1983)
- «Death Is Not the End» (1988)
- «World Gone Wrong» (1993)
- «Make You Feel My Love» (1997)
- «Mississippi» (2001)
- «Beyond Here Lies Nothin’» (2009)
- «Duquesne Whistle» (2012)
Canciones de Bob Dylan
Hoy os queremos dejar 20 canciones de Bob Dylan que sirven como guía para deconstruir una de las carreras más prolíficas que la música del siglo XX nos ha dado Dylan, el genio de Minnesota, uno de los grandes mitos fundacionales de la música popular de nuestro tiempo.
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Bob Dylan canciones 1.«Song to Woody» (1962)
La primera canción sobre la que se ha construido el gran mito de Bod Dylan nos lleva a marzo de 1962, apenas un año después de mudarse a Nueva York y rodar por diversos bares, Columbia Records brindó la oportunidad al joven Dylan, oportunidad que supo aprovecharla con un disco homónimo lleno de versiones de canciones tradicionales, interpretadas con mucha personalidad, pero entre estas versiones, Dylan nos coló dos canciones de su autoría, nos centramos en una de ellas, «Song to Woody», construida sobre la base «1913 Massacre» del mismísimo Woody Guthrie a quien Dylan siempre ha tenido como uno de sus grandes referentes. Las cosas claras desde el principio.
Bob Dylan canciones 2. «Masters of War» (1963)
El verdadero boom llegaría un año después con The Freewheelin’ Bob Dylan (Columbia Records, 1963) que alcanzó la aprobación unánime de prensa y publico. Janet Maslin llegó a escribir sobre él: «Éstas fueron las canciones que lo establecieron como la voz de su generación. Alguien que entiende implícitamente la preocupación de los jóvenes estadounidenses sobre el desarme nuclear y el creciente movimiento por los derechos civiles: su mezcla de autoridad moral e inconformismo fue quizás el más oportuno de sus atributos». «Masters of War» plasma el espíritu crítico del primer Dylan con una letra cargada de protesta. Comenzaba a constituirse como la voz de una generación.
Bob Dylan canciones 3.«The Times They Are a-Changin’» (1964)
Un himno atemporal en toda regla. Nadie mejor que el mismo Dylan para describirla: «The Times They are a-Changin’ no es una declaración… es un sentimiento». En un intento por describir su tiempo, Dylan terminó por hacer una canción verdaderamente atemporal, capaz de seguir emocionándonos a muchas generaciones posteriores. The line it is drawn / The curse it is cast / The slow one now / Will later be fast / As the present now / Will later be past / Your old road is rapidly fadin’. / And the first one now / Will later be last / For the times they are a-changin’.
«Mr. Tambourine Man» (1965)
En «Mr. Tambourine Man» podemos observar una clara intensión de romper con la estructura clásica verso/estribillo. Aquí, se anima a introducir fragmentos instrumentales poco convencionales que potenciaban aún más las ya aclamadas letras. Dylan explorando por territorios más allá de los del cantautor convencional. «Mr. Tambourine Man» es famosa también por la versión de The Byrds.
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«Tombstone Blues» (1965)
El cielo está reservado para aquellos que no se conforman con llegar a la cima. En este blues rabioso podemos observar un buen ejemplo del Dylan que busca romper con la etiqueta de ‘cantautor protesta’, que le llevaron a la cima, y decide introducirse por una senda más próxima al surrealismo.
«Just Like a Woman» (1966)
Blonde on Blonde (Columbia Records, 1966) es más que un álbum, es una de las cumbres de la cultura occidental del siglo XX. 73 minutos de talento en estado puro, es sumamente complicado elegir solo uno de los 14 cortes que lo integran. Si nos quedamos con Just Like a Woman es solo por esa progresión de acordes en los que piano y armónica invitan a creer que la existencia misma tiene sentido. Entre quienes se han animado a versionarla encontramos a: Nina Simone, Joe Cocker, Van Morrison, Jeff Buckley, Richie Havens, Manfred Mann, Andrew McMahon, Charlotte Gainsbourg y un largo etcétera.
«All Along the Watchtower» (1967)
Seguro que a más de uno se le viene a la mente la versión de Jimi Hendrix. Además de eso, esta es una de las canciones favoritas del mismo Bob Dylan. Prueba de ello es que desde su estreno en 1967 la ha interpretado en más de 1.400 ocasiones, la única constante entre un extenso e inclasificable repertorio del que gusta deformar. Además de la versión original publicada de John Wesley Harding ha aparecido en diversos álbumes posteriores como Before the Flood, Bob Dylan at Budokan, Dylan & The Dead y MTV Unplugged.
«Girl from the North Country» (con Johnny Cash) (1969)
Pocas veces se han rendido homenajes tan emotivos a un viejo amor. La primera versión conocida de la canción aparece en el segundo álbum The Freewheelin’ Bob Dylan (Columbia Records, 1963) pero si encima le agregas la voz de Johnny Cash… la cosa solo puede ir a mejor.
«Knockin’ on Heaven’s Door» (1973)
El espíritu inquieto e indomable de Dylan le llevó en 1973 al terreno de las bandas sonoras, la elección resultó inmejorable, Pat Garrett & Billy the Kid es un disco integrado en forma mayoritario por composiciones instrumentales, pero también con excepciones que brillan con luz propia, es el caso de «Knockin’ on Heaven’s Door» otra de sus canciones más emblemáticas. En palabras de Clinton Heylin: «un ejercicio de espléndida simplicidad».
«Forever Young» (1974)
May God bless and keep you always / May your wishes all come true / May you always do for others / And let others do for you / May you build a ladder to the stars / And climb on every rung / May you stay forever young…
Nada más que añadir, señoría.
«Simple Twist of Fate» (1975)
13 años después de aquel comienzo fulgurante, parte de la crítica especializada comenzaba a poner en duda la capacidad de Robert Allen Zimmerman para aportar algo más al panorama musical, pecaban de ingenuidad, Dylan no tardó en soltar el manotazo sobre la mesa y acallar cualquier suspicacia con uno de los mejores discos de su carrera. Blood on the Tracks (Columbia Records, 1975). El álbum que volvió a colocarle en primer plano, los aplausos de público y prensa fueron atronadores.
«Romance in Durango» (1976)
¿Dylan cantando en español? por supuesto, nada se le resiste. Esta preciosa ranchera formo parte de su decimoséptimo álbum de estudio Desire (Columbia Records, 1976). No llores, mi querida. Dios nos vigila.
«Gotta Serve Somebody» (1979)
Slow Train Coming (Columbia Records, 1979) fue el primer álbum del músico tras su conversión al cristianismo. Uno de sus periodos más polémicos, quizás. El primer sencillo fue «Gotta Serve Somebody» una potente balada con aires gospel que le hizo ganar el premio Grammy a “Mejor Interpretación Vocal Masculina” en 1980. Famosa también por su inclusión en la banda sonora de Los Sopranos.
«Sweetheart Like You» (1983)
Grabada entre abril y mayo del 83 en Nueva York durante las sesiones de Infidels (Columbia Records, 1983), contó con un elenco de lujo: Mark Knopfler (Dire Straits) a la guitarra, Alan Clark (Dire Straits) al teclado, o los miembros del grupo jamaicano Sly and Robbie, Sly Dunbar a la batería y Robbie Shakespeare al bajo. Además hizo las veces de primer sencillo promocional cosechando un éxito modesto (55 Billboard Hot 100).
«Death Is Not the End» (1988)
Los 80’s no fueron un época especialmente sencilla para Dylan, a pesar de que nadie se atrevía a poner en duda su incuestionable capacidad compositiva, las críticas negativas de la prensa musical fueron en aumento y los resultados comerciales tampoco acompañaron. A pesar de ello, podemos encontrar auténticas joyas como «Death Is Not the End». Canción que luego alcanzaría la fama y el reconocimiento internacional con la brillante revisión de Nick Cave y sus colegas.
«World Gone Wrong» (1993)
«World Gone Wrong» representa el retorno a los orígenes. La vuelta al folk, al blues rural, a la armónica y la guitarra acústica. El álbum de título homónimo fue condecorado con el Grammy a “mejor álbum de folk tradicional” en la gala de 1995, pero los primeros puestos de las listas de ventas seguían resistiéndose.
«Make You Feel My Love» (1997)
La enésima resurrección de Dylan. Mediados de los 90’s son los años en que una generación redescubrimos y nos enamoramos de él, en buena parte por aquel MTV Unplugged de 1995, pero sobretodo por Time Out of Mind (Columbia Records, 1997) un disco de folk-rock con actitud funk, un trabajo de voces espectacular, con los fantasmas de la amargura y la resignación siempre al acecho. La sequía llegaba a su fin, Dylan regresaba por la puerta grande.
«Mississippi» (2001)
La joya de “Love and Theft”, álbum que obtuvo críticas muy favorables y fue definido como el segundo álbum de una trilogía conceptual integrada por su predecesor, Time Out of Mind y por Modern Times, publicado cinco años después. La resurrección parecía no ser algo circunstancial, Dylan volvía para quedarse.
«Beyond Here Lies Nothin’» (2009)
Más allá de aquí está la nada, el título fue tomado de una cita del poeta romano Ovidio y resulta toda una declaración de intensiones. Es la canción con la que abre Together Through Life (Columbia Records, 2009) su mayor éxito comercial desde la década de los 70’s. En una industria que se caracteriza por devorar a sus padres, Dylan siempre ha sido una rara avis.
«Duquesne Whistle» (2012)
El último hit del mito. Fue publicada en agosto de 2012 como único sencillo de Tempest (Columbia Records, 2012) con 71 años a sus espaldas, infinitad de reconocimientos y uno de los repertorios más portentosos de la música contemporanea; el genio de Minnesota sigue sintiendo la necesidad de plasmar su experiencia vital en esas composiciones que trascienden más allá de la poesía y los acordes que la componen. Larga vida al rey.
“Bob Dylan es uno de esos personajes que sólo aparecen una vez cada 300 o 400 años” (Leonard Cohen).