163 CENTÍMETROS’ es el nuevo ensayo poético de Abraham Boba
El cantante de León Benavente reflexiona sobre todo lo que conlleva ser una persona de baja estatura, en un viaje entre vivencias autobiográficas y personajes históricos.
“163 CENTÍMETROS” es la nueva obra de Abraham Boba, un ensayo con tono poético que reflexiona sobre lo que implica vivir siendo una persona de baja estatura. A través de sus páginas, el autor explora cómo el hecho de no encajar en los cánones físicos establecidos influye en la forma de percibir el mundo. No lo hace desde la queja ni desde el victimismo, sino con la intención de mostrar cómo esa diferencia corporal marca una manera particular de mirar, de entender y de habitar la vida.
«La palabra estirón tiene dos acepciones:
1. Movimiento con que se estira o se arranca algo con fuerza.
2. Crecimiento rápido en estatura de una persona, especialmente en la adolescencia.
Mis padres no debieron percibir ese estirón de la segunda acepción y me llevaron al médico. Durante un año estuve tomando un medicamento cuyas dosis venían en pequeñas ampollas de un cristal ámbar que mi madre vaciaba cada mañana en el zumo de naranja. Mi madre no recuerda qué medicamento era, pero cree que no eran hormonas. Sabía a rayos, siempre amargo, lo primero que ingería cada mañana lluviosa de Vigo».
Es también una autobiografía y un estudio de datos y personajes de talla baja, desde Alejandro Magno a Franco, desde Prince a Alfredo Landa.
«Prince medía 157 centímetros y hay dos cosas, además de la estatura, que me relacionan con él. Una era su pasión por los botines con tacón. La otra fue que abandonó el sueño de su infancia, ser jugador de baloncesto, para dedicarse a la música».
“163 CENTÍMETROS”, publicado por Arrebato Libros, cuenta con una primera edición especial a color, ya disponible en su página web. Esta edición, limitada a 1.500 ejemplares, incluye fotografías y recuerdos personales del propio Abraham Boba, conocido también como compositor y vocalista del grupo León Benavente.
«No recuerdo la última vez que me medí. Por alguna razón tengo esta cifra en mi cabeza desde hace mucho tiempo, 163 centímetros. Siempre digo que es lo que mido. Ahora que acabo de cumplir cincuenta años, según la ciencia mi estatura ya lleva un tiempo descendiendo, no puedo estar seguro de seguir conservando esa cifra».
Foto: Sara Condado