Las mejores películas de 2017
Acabamos de cerrar un año cargado de estrenos en la gran pantalla. Desde Todoindie seleccionamos las que para nosotros han sido las mejores películas de 2017.
1 – ‘La ciudad de las estrellas: La La Land’
La manera en la que millones de espectadores conectaron con ‘La ciudad de las estrellas: La La Land’, especialmente antes de que se convirtiera en todo un fenómeno que fue mucho más allá de lo puramente cinematográfico, nos hace ver que no estamos ante un simple vehículo de escape para olvidarnos del ruido y la furia que nos rodea, que también, sino ante una película que arrolla sin caer nunca en los fuegos artificiales más gratuitos. Todo es precioso de ver, mérito de un director, Damien Chazelle, en permanente estado de inspiración, pero el fondo tiene tanto poder, o más, que la forma. Sí, nos han contado esta historia mil veces, pero no nos la han contado así; y ese efecto final que nos deja, ese poso inexplicable y agridulce, nos hace querer regresar a ella y volver a sentirla una y mil veces más. Porque el ser humano, por naturaleza, siempre ha necesitado su dosis de melancolía, su desahogo en forma de lágrimas furtivas, su amor a primera vista y su pérdida en la última jugada.
Por su parte, la industria aplaude la nostalgia que desprende esta obra maestra, sus múltiples guiños a un tipo de cine que ya no se hace y que no deja de tener un inevitable toque narcisista, pero somos los espectadores los que, por encima de premios y reconocimientos, la seguimos guardando en nuestra memoria como ese rincón en el que siempre suena nuestra canción favorita, inmaculada, perfecta en su melancolía, capaz de hacernos reír y llorar. Y si al otro lado de la ventana continúan los truenos y los naufragios, mejor.
2 – ‘Dunkerque’
Christopher Nolan, el ambicioso y el prepotente, el excesivo y el tramposo, sumó con ‘Dunkerque’ una nueva obra maestra a su colección que, con el paso del tiempo, se ha terminado asentando como el mejor trabajo de su carrera hasta la fecha. Y es su trabajo más redondo y compacto por la sencilla razón de que todo encaja a la perfección de la manera más rotunda posible, sin fisuras ni adornos, con todo el riesgo del mundo y, al mismo tiempo, con una asfixiante brevedad en el relato que no hace otra que sumar virtudes. ¿Importa realmente la duración de una película para llevar a cabo su valoración? Probablemente no, pero aquí sí. 107 minutos. Nolan no necesita más para introducir al espectador a una sensación de clímax constante que no se abandona en ningún momento, que te agarra del cuello y no te suelta, que corta la respiración, que te ahoga, que te zarandea, que te eleva y te arrastra sin opción al respiro. El objetivo es que las balas te rocen el cuello, que escuches el ruido de la muerte a tu espalda, que el agua se te meta en la mirada, que sientas el vértigo de un cielo infinito que no es menos infierno que una playa fantasma. Y así es como ‘Dunkerque’ entra con fuerza y contundencia en la lista de clásicos del cine bélico, entregando numerosas escenas que forman ya parte de lo mejor que se ha visto nunca en el género. Una obra maestra con la que el cineasta alcanza un nuevo nivel dentro de su carrera. Un ejercicio cinematográfico prodigioso, un triunfo inmenso.
3 – ‘Star Wars: Los últimos Jedi’
Aquí un fan del octavo capítulo de la saga cinematográfica más importante de la historia del cine. Mejor dicho, aquí un fan rendido ante el mejor blockbuster del año. El valor de una película como la que ha entregado Rian Johnson es incalculable en su misma esencia de generador de debate, polémica y extremos, tres elementos que llevaban demasiado tiempo sin aparecer en el universo de ‘Star Wars’ y que, desde luego, no esperábamos que lo hicieran a estas alturas. Pero estos últimos Jedi ponen la casa patas arriba dinamitando expectativas y desafiando a los admiradores de toda la vida, anclados en uno de esos pasados en los que conviven millones de infancias siempre al borde de ser asesinadas, a través de una cantidad de sorpresas argumentales absolutamente abrumadoras. Nada es como esperas y esa es la mejor de las noticias posibles. El espectáculo visual no cesa, pero la intensidad narrativa y épica de la historia va de menos a más hasta alcanzar uno de los tramos finales más deslumbrantes que ha visto el género en mucho, mucho tiempo. Todas las intenciones de Johnson desembocan en esos últimos minutos de cine mayúsculo, capaz de llevar toda una saga como ‘Star Wars’, se dice pronto, a otro nivel. Una obra maestra del entretenimiento que, por si fuera poco, se cierra con uno de esos planos destinados a permanecer en la memoria colectiva. Las polémicas seguirán, es inevitable, pero ya nadie nos quita esta experiencia maravillosa.
4 – ‘Muchos hijos, un mono y un castillo’
Empecemos por la contundencia: ‘Muchos hijos, un mono y un castillo’ es la mejor película española del año y uno de los debuts más interesantes, especial y memorables de la historia de nuestro cine. Tal cual. Dirigida durante más de una década por el también actor Gustavo Salmerón, este documental (sí, lo es, aunque parezca imposible) nos presenta a una familia asentada en el caos, la tradición y las costumbres más reconocibles de un país, el nuestro, nacido, muerto y resucitado siempre en el territorio del desequilibrio, otorgando un protagonismo casi absoluto a la matriarca, Julita, una de esa revelaciones que el cine español recibe muy de vez en cuando y que conviene celebrar como el maravilloso hallazgo que es. Ella guía al espectador hacia la carcajada sonora, la lágrima furtiva, el surrealismo berlanguiano y la ternura que rodea el amor de toda una vida, y lo hace con una presencia en pantalla abrumadora, robándote el corazón desde el primer plano al último. Cuando todo termina, y lo hace de la manera más memorable posible, uno sabe que Julita se ha quedado para siempre en tu corazón, que no te hubiera importado pasar dos, tres, diez horas más en su compañía, que deseas que lo que le quede por delante lo viva con esa sencillez y felicidad arrebatadora. ‘Muchos hijos, un mono y un castillo’ es la película de Julita. Y se queda para siempre con nosotros.
5– ‘Coco’
Después de la muy decepcionante ‘Cars 3’, solamente nos quedaba depositar nuestras esperanzas en ‘Coco’ para incluir a Pixar en la lista de mejores películas del año. Mereció la pena. La última joya del estudio de animación más importante de los últimos años, con permiso de Miyazaki y los suyos, nos trasladaba al Día de los Muertos, la festividad más importante de México, para hablarnos del poder de la música, los recuerdos y la familia. Tres elementos que se combinan a la perfección a lo largo de una película en la que podemos encontrar todos y cada uno de los sellos característicos de Pixar, es decir, una preciosa historia escrita con infinitas toneladas de talento, personajes memorables, ritmo endiablado y, por supuesto, un buen puñado de escenas que nos dejan bañados en un mar de lágrimas. No hay nada nuevo bajo el sol, y el libro de estilo del estudio es evidente en cada uno de sus minutos, pero ‘Coco’ muestra tal cantidad de brillantes ideas visuales y una capacidad tan perfecta para encogernos el corazón que, claro, uno no puede terminar haciendo otra cosa que no sea aplaudir. ¿Es una de las mejores películas de Pixar? Puede que no, el tiempo lo terminará de confirmar. ¿Es una de las mejores películas del año? La duda ofende.
6 – ‘La guerra del planeta de los simios’
Además de funcionar como cierre perfecto, ‘La guerra del planeta de los simios’, reafirma de manera definitiva y contundente la coherencia narrativa interna de una trilogía que ha llegado a su final repleta de fuerza, intensidad y cine. Muchísimo cine. Los ecos que encontraba el western clásico en la segunda entrega se convierten aquí en una esencia crepuscular que cautiva a base de silencios y miradas, que te clava en la butaca y te corta la respiración con una sequedad que se combina a la perfección con la emotividad más transparente. Nada de artificios, control total de los recursos, de fondo y forma, por parte de un Reeves inmenso en la dirección. Con escenas realmente memorables, empezando por un prólogo que te sumerge de lleno en la historia sin opción a réplica, ‘La guerra del planeta de los simios’ bebe y se mimetiza con ese Oeste oscuro y melancólico que el mejor John Ford y el mejor Clint Eastwood convirtieron en género inolvidable, complementando su alcance emocional pisando un terreno bélico que se apodera por completo de su impecable segunda mitad. Un cambio de escenario, que no de tono ni esencia, que no afecta en absoluto a una historia que, para entonces, ya se antoja sobresaliente. Una intuición que se confirma a lo grande con un clímax final realmente grandioso en el que sobresalen, y mucho, los encuentros entre César, un simio que ya es historia del cine gracias, especialmente, al apabullante talento de Andy Serkis, y el Coronel, magnífico Woody Harrelson. En esos instantes en el que los brillantes diálogos silencian la acción más espectacular, ‘La guerra del planeta de los simios’ despliega todo su potencial, se eleva por encima de la media, muestra algo distinto y, al mismo tiempo, profundamente clásico. Es cine en estado puro.
7 – ‘Blade Runner 2049’
El reto al que se enfrentaba Denis Villeneuve, uno de los directores más excepcionales de la última década y autor de la mejor película del pasado año (‘La llegada’), se antojaba tan temerario como imposible de saldar con éxito. Los talones de ‘Blade Runner’ imponen lo suficiente como para definir el planteamiento de realizar una secuela como algo similar a una misión suicida. Sin embargo, Villeneuve, acompañado en la aventura por la mejor versión de Ryan Gosling y Harrison Ford, obra el milagro y entrega uno de los espectáculos visuales y narrativos más apabullantes de los últimos tiempos. Cada plano, sin excepción, demuestra una inteligencia, una elegancia, un saber hacer y una precisión demoledora, convirtiendo cada escena en un vibrante conjunto de sensaciones. La historia, pese a contar con algún que otro altibajo, consigue mantener la atención del espectador sin recurrir al guiño nostálgico más sencillo, planteando nuevas intrigas y ampliando el universo de la película original con decisiones valientes e inspiradas, demostrando el control absoluto que tiene Villeneuve de la historia que está contando. Un blockbuster de autor. Sí, es posible. Suficiente mérito como para ser una de las películas del año.
8 – ‘Múltiple’
Partiendo de la base más tradicional del thriller de secuestros, Shyamalan desarrolló en ‘Múltiple’ todas sus estrategias narrativas para plantear numerosos interrogantes, provocar las dudas y desconfianzas y, de nuevo, dar un (memorable) puñetazo sobre la mesa en el último suspiro. Hasta ese espectacular epílogo, que es ya uno de los grandes momentos de su trayectoria, Shyamalan deslumbra con una dirección y una puesta en escena tan inteligente como comedida, sobresaliente en su construcción de planos imposibles y sugerentes que funcionan como un reloj. Un estupendo trabajo que encuentra a su mejor cómplice en la interpretación protagonista de James McAvoy. Acompañado por una hipnótica Anya Taylor Joy, el protagonista de ‘Expiación’ ofrece un auténtico recital, controlando un personaje que parecía incontrolable, encontrando el equilibrio en medio del caos, entregando, en definitiva, una interpretación que es puro impacto.
Un tándem perfecto entre actor y director sobre el que se estructura una historia que, pese a la aparente sencillez de sus primeros pasos y la valentía temeraria de sus últimos compases, redefine por completo su esencia en ese epílogo inolvidable. Por supuesto, no será aquí donde encontréis un análisis detallado del mismo, eso sería estropear la mejor de las sorpresas, pero conviene destacar, una vez más, el ejemplar control que el cineasta demuestra en todo momento. No, esa última escena no tiene nada de gratuito. Se trata, sencillamente, de la confirmación total de que Shyamalan ha recuperado por completo la seguridad en sí mismo.
9 – ‘Silencio’
‘Silencio’ no es una película para todo el mundo. Puedes odiar un comentario de estas características, abierto a la interpretación y a la incógnita, pero aquí no quedan muchas más salidas. La cuestión, en cualquier caso, es más simple de lo que parece. Si no entras en su historia, en su universo de contención constante, estás muerto. No hay opción, desiste, nunca vas a comulgar con ella, y perdón por el chiste fácil. Pero, cuidado, si se produce el efecto contrario, tienes la oportunidad de disfrutar de una de las películas más hermosas de los últimos años, un conjunto de actores de primer nivel, con mención especial para un Andrew Garfield que pocas veces ha estado mejor, y una reflexión tan apasionada como interesante sobre el concepto de las creencias y la defensa que hacemos de las mismas. Evidentemente, el cristianismo es un elemento omnipresente, algo que, por otra parte, ha sucedido en numerosas ocasiones a lo largo de la carrera de Scorsese, pero no se nos muestra como un panfleto o un sermón de predicador de andar por casa, sino como un factor esencial para entender las motivaciones de todos los personajes, así como cada una de sus decisiones y comportamientos. No es algo gratuito, es algo imprescindible para la trama.
Por eso, y aunque su último tramo decaiga ligeramente frente a sus impresionantes dos horas iniciales, ‘Silencio’ se debe celebrar como la inmensa película que es, la enésima lección de cine de un director que, de manera sorprendente, ha entregado su obra más ambiciosa a estas alturas de una carrera que podría (sobre)vivir perfectamente sin sobresaltos de estas características. Hipnótica y apabullante en las mismas dosis, ‘Silencio’ no encontrará términos medios entre los espectadores. Estafa o triunfo. Para un servidor, cine rabioso en su calma, que golpea desde el hielo y cuyo eco se mantiene en el tiempo. Nadie dijo que sería fácil. Scorsese, menos.
10 – ‘La llamada’
¿Entonces hemos quedado en que 2017 no ha sido un buen año? Pregúntale a Javier Ambrossi y Javier Calvo, Los Javis, y entenderás una vez más que generalizar nunca trae nada bueno. Más allá de su consolidación como referentes generacionales, le pese a quien le pese, y su extraordinaria labor en la más que reivindicable última edición de Operación Triunfo, Los Javis marcaron el pasado año con su debut cinematográfico, ‘La llamada’, adaptación de la obra con la que llevan una larga temporada triunfando en el teatro madrileño. El punto de partida de la historia, una locura, tenía todo para salir mal, pero Ambrossi y Calvo tienen muy claro la historia que quieren contar y la forma en la que quieren hacerlo. El salto de las tablas a la gran pantalla requería un control y un pulso que el dúo demuestra tener, consiguiendo dotar a la película de un ritmo y una naturalidad envidiable. Y después está el reparto, que merece una justa mención aparte. Lo que hacen Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta y Gracia Olayo es un espectáculo de primerísimo nivel. Sí, es cierto que se conocen sus respectivos papeles al dedillo, pero eso no resta mérito a un conjunto de interpretaciones tan divertidas como emocionantes, tan entregadas como entusiastas, tan delicadas como memorables. Ella son el alma de una película que vuela libre hasta aterrizar en nuestra memoria con su amor, sus risas y sus lemas. Ya sabéis, lo hacemos y ya vemos.
https://www.youtube.com/watch?v=vqd7YjJzxa4
11 – ‘Jim & Andy’
El documental del año se sirve de una joya, ‘Man on the Moon’, para trazar uno de los recorridos psicológicos más exigentes, perturbadores, complejos y, finalmente, emocionantes de los últimos tiempos. Su protagonista, Jim Carrey, mira a la cámara desde el minuto uno y, en ese primer instante, ya eres consciente de que estás ante la persona que se escondía bajo uno de los disfraces interpretativos más divertidos y entrañables de la década de los noventa. Una época en la que Carrey era, básicamente, el rey de Hollywood. Hasta que llegó este biopic de Andy Kaufman y todo cambió por completo. Para él y para todos nosotros. Por eso, observar las imágenes inéditas de aquel rodaje genera unas sensaciones indescriptibles que, sin embargo, se demuestran esenciales a la hora de seguir intentando completa el eterno puzle Carrey. El actor que hizo estallar en carcajadas a toda una generación ha decidido explicar las razones que lo llevaron a desaparecer. Lo más hermoso es que, esas causas, parecen las mismas con las que ha conseguido encontrarse. ‘Jim & Andy’ es mucho más que una curiosidad, una broma o un complemento para la estupenda película dirigida por Milos Forman. Es el espejo en el que los mil rostros de Carrey se funden una mirada final que hiela la sangre y conmueve al mismo tiempo. Obligatoria.
12 – ‘Detroit’
Kathryn Bigelow sabe lo que hace. Sus películas son siempre artefactos al borde de la explosión, ejecuciones nerviosas y contundentes de pulso, sudor y golpes en el estómago. Narradora experta en el siempre peligroso y complicadísimo arte de enfrentarse al desafío que plantea toda crudeza de una historia, la directora consigue en ‘Detroit’ uno de los logros más significativos de una trayectoria cada vez más interesante. El planteamiento es sencillo, agarrar al espectador y lanzarlo de lleno a las calles de una ciudad podrida de racismo y violencia, injusticia y decadencia, muerte y suciedad. Y lo consigue de una manera ejemplar. Exceptuando un discutible prólogo que se sirve de la animación para ponernos en situación general, estamos ante una excelente película que mantiene la tensión al filo de la navaja, que te obliga a tomar aire antes de cada nuevo giro, que explota ante ti minutos antes de mostrar una resolución que solamente se puede aceptar desde la rabia. ‘Detroit’ es cine a ras de calle, del que te mira a los ojos y no aparta la mirada. Una experiencia que se queda dentro.
13 – ‘Loving’
‘Loving’ es, hasta la fecha, la mejor película de la carrera de Jeff Nichols, su trabajo más redondo, emocionante y cautivador. Y eso que contaba una de esas historias basadas en hechos reales con el que corría el enorme riesgo de caer en todos y cada uno de los tópicos y lugares comunes del melodrama más rutinario. Pero el cineasta muestra en todo momento un control absoluto de lo que está contando, aportando respeto y sensibilidad donde otros habrían apostado por la lágrima fácil y el golpe emocional gratuito. No hay un segundo de juego sucio en una película que debería servir como ejemplo para todas aquellas propuestas que intenten contar un hecho real, trascendente y complejo en las mismas dosis, desde una perspectiva calmada, tan pausada como conmovedora. Desde la sabiduría dramática, la entrega interpretativa, el pulso maestro, la emoción perdurable, la delicadeza calmada. En definitiva, ‘Loving’ es una de esas pequeñas grandes joyas que no deberíamos dejar escapar. El anuncio, ahora sí, de un cineasta a punto de alcanzar el infinito.
14 – ‘Wonder Woman’
‘Wonder Woman’ no fue un soplo de aire fresco dentro del hinchado, omnipresente, género superheróico. Fue un tornado, un torbellino, una fascinante demostración de fuerza disfrazada de sencillez. Y viceversa. En unos tiempos en los que las carteleras de todo el mundo reciben una media de cinco o seis estrenos relacionados con personajes sacados de los tebeos más populares y reconocibles de la historia popular, una película tan vibrante, divertida y emocionante como la que han creado la directora Patty Jenkins y la actriz Gal Gadot, con las mismas dosis de inmensa responsabilidad, solamente puede ser recibida con un entusiasmo más que justificado. Estamos ante una propuesta que, siendo en esencia otra historia de orígenes, consigue ser mucho más. Una aventura clásica, un thriller de espías, una comedia romántica llena de encanto y química, una espectacular película de acción y, por encima de todo, el descubrimiento y confirmación definitiva de un personaje y una actriz que ha llegado para quedarse.
15 – ‘Z. La ciudad perdida’
Es un milagro que, en pleno 2017, se estrenara una película como ‘Z. La ciudad perdida’. Y es un milagro que saliera tan bien, tan redonda, tan magistral, tan fascinante. A estas alturas de la(s) película(s), uno no espera sentarse en la butaca de un multicine y disfrutar de una experiencia de corte tan clásico, de una sobriedad y una elegancia a prueba de décadas, de un control absolutamente hipnótico del tiempo y la narración. Y es que, esta adaptación de la novela de David Grann basada en la historia real del explorador Percy Fawcett, supone un viaje al mismo corazón de una aventura desprovista de artificios y excesos que se complementa, a la perfección, con un drama humano de una profundidad psicológica deslumbrante, llena de complejidad y matices. La tentación sería decir que estamos ante un ejemplo de ese cine que ya no se hace pero, maldita sea, estamos aquí y ahora hablando de ella. Es presente estallando en la retina con el poder evocador del pasado, sí, pero presente al fin y al cabo.
16 – ‘Moonlight’
La polémica ganadora del último Oscar a Mejor Película, no olvidamos ni perdonamos, era una poética inmersión en la búsqueda de la identidad propia, acompañada del nacimiento de una certeza acompañada por infinitas dudas. Encontrar las palabras para definir lo indefinible es más una verdad absoluta que una intuición, por lo que el mérito del director Barry Jenkins y su ‘Moonlight’ fue, por puro cálculo, inmenso. La clave, una vez más, está en la mirada. La infantil, adolescente y adulta, unidas por el hilo invisible de un fantasma que siempre ha estado ahí y solamente ha encontrado un instante para sobrevivir anclado en la memoria de nuestro protagonista. Un mar de madrugada que asiste, hipnotizado, al origen de una herida convertida en tabla de salvación, en el único refugio en el que se puede, y debe, ser libre. ¿Había otra salida que no fueran los versos para contar algo así? Jenkins, volvemos a él, no lo contempla. Por eso, su dirección es la virtud más destacada de una película implacable en su exposición constante de imágenes memorables, valiente en su planteamiento, delicada en los rincones más problemáticos a los que acude su historia. Estructurada en tres partes, la propuesta comienza de la mejor de las formas posibles, hipnótica y cautivadora, capaz de extraer belleza en cada plano. A continuación, el guion coquetea demasiado con el tópico del melodrama más evidente, pero Jenkins aparece de nuevo para ubicar la película en el terreno de lo deslumbrante. Por último, su tramo final se asienta de manera definitiva en el poder del silencio y las miradas, de la desnudez emocional, del derribo de cualquier armadura. Puede que, lástima, sus últimos minutos no estén a la altura de los primeros compases, maravillosos, pero ‘Moonlight’ concluye de la única forma posible, coherente con todo lo mostrado hasta ese punto y final.
17 – ‘Verónica’
Paco Plaza ha construido la película más satisfactoria de su carrera partiendo de unos hechos reales con alto contenido sobrenatural y transformándolos en un terror tan universal como el de hacerse mayor. Aceptar las cargas de la vida, las inseguridades que nos rodean y el valor con el que se deben afrontar las derrotas y las victorias son conceptos con los que el director valenciano ha tejido un suspense costumbrista y cercano que, apoyado en una sobresaliente puesta en escena, consigue cumplir con todos y cada uno de sus objetivos. Saltas de la butaca, te retuerces en ella con las uñas apretadas, pero, en cuestión de minutos, estás emocionado hasta la lágrima con uno de los desenlaces más potentes que ha dado el terror español en mucho tiempo. En cualquier caso, insisto, poner etiquetas a ‘Verónica’ sería un error con el que nos quedaríamos demasiado en la superficie. Un proyecto que comenzó siendo de encargo y terminó convertido en el trabajo más personal de un director entregado a la causa. Después de todo, ¿quién no ha sentido ese miedo ante la puerta de acceso al mundo adulto?
Redacción: Alberto Frutos