Crónica concierto Vetusta Morla en Madrid

Concierto Vetusta Morla
Wizink Center
Madrid 27 y 29 de diciembre

“Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias y las crea si no las encuentra.”
George Bernard Shaw

Una cuestión recurrente que me planteo sobre Vetusta Morla es desentrañar quirúrgicamente el porqué de su éxito. No se trata aquí de volver a hablar de su tesón, paciencia, trabajo, etc… No, no es ese el asunto al que me refiero, si no a cómo una banda cuyas estructuras musicales, armonías y letras revisten de una relevante complejidad que en ocasiones puede rezumar hasta incluso cierta aridez e intensidad (a pesar de algunos de sus estribillos más coreables) que, por lo general deberían atraer a un público masivo, en el caso de los tricantinos todas estas teorías saltan por los aires.

Buena muestra de ello es cómo han logrado los conciertos de Vetusta Morla a finales de este año congregar a casi cincuenta mil personas en el Wizink Center durante tres días seguidos. Un éxito atroz, sobre el que poco más se puede añadir o decir. No se trata de desplegar una cascada de adjetivos sobre lo sobresaliente de sus directos, hay que vivirlos.

En el cierre de esta descomunal gira, tuve la suerte disfrutar de los conciertos de viernes y domingo. A pesar de que no considero que hayan sido sus mejores conciertos (el de Festival WARM UP fue brillante) y que se vieron un tanto lastrados por un sonido bastante irregular (sobre todo los cuarenta y cinco minutos iniciales del viernes) que hicieron que el Wizink se asemejara al antiguo Palacio de los Deportes previo a su incendio, el haber sido partícipe de un acontecimiento como el de este fin de semana hace sentirse a uno mejor persona.

Puede sonar exagerado, pero Vetusta Morla tiene ese poder, al alcance de muy pocos, que hace enaltecer las almas de los asistentes a sus conciertos, los cuales podrán ser mejores o peores (aunque resulta difícil ver un concierto mediocre suyo) pero que logran un efecto tan cautivador y mágico como lo acontecido durante este fin de semana, en el que veintiséis canciones (únicamente cambiaron cada día la canción e apertura de los bises) repartidas en poco más dos horas provocaron un éxtasis colectivo; tan hipnótico como fascinante, tan elegante como impactante, tan excepcional como real.

Todo eso que puede llegar a provocar la música lo lograron Vetusta Morla en un fin de semana que los que lo vivimos, recordaremos eternamente.