Maria Arnal estrena, Ama, primer adelanto de su nuevo disco
Se abre una nueva etapa artística en solitario para una de las creadoras más singulares de su generación. Una canción junto a Alizzz y Pau Riutort.
María Arnal inaugura un nuevo territorio sonoro con «Ama», una obra que actúa como portal hacia una etapa inédita en su trayectoria artística. Este lanzamiento representa el primer paso de un proyecto íntimo y profundamente emocional, concebido, producido y dirigido por la propia artista catalana. Con Ama, Arnal no se limita a experimentar con sonidos o conceptos abstractos: parte de una herida abierta, de una ausencia que necesita ser pronunciada, de una memoria compartida entre mujeres unidas por la sangre y la historia. La canción nace de la pérdida de su prima hermana Alicia, pero se expande como un eco que enlaza su voz con las de todas aquellas mujeres que la precedieron, construyendo así un linaje sonoro que trasciende generaciones.
La propia María comenta:
«Ama’ son sus iniciales. ‘Ama’ es una carta de amor. ‘Ama’ es polifonía. «Ama» son todas las voces dentro de mí».
En esta pieza, la voz adquiere un protagonismo absoluto, no solo como instrumento expresivo, sino como territorio donde lo humano y lo digital se encuentran y dialogan. Arnal explora las posibilidades de la voz como materia viva que puede ser multiplicada, transformada y reinterpretada. Junto a los productores Alizzz y Pau Riutort, ha edificado una estructura vocal compleja y fascinante, compuesta por más de 60 capas de voces superpuestas, clonadas y procesadas digitalmente. El resultado es un coro invisible, una masa de voces que respira, vibra y acompaña a la artista: voces que cantan con ella, por ella y a través de ella, creando una sensación de comunión que difumina los límites entre el individuo y lo colectivo.
Esta búsqueda sonora forma parte de un proyecto de investigación más amplio, denominado AMA, desarrollado junto al Barcelona Supercomputing Center y el Intelligent Instruments Lab de Reikiavik. En este marco, María Arnal se adentra en los límites tecnológicos de la voz humana, explorando cómo las herramientas digitales pueden ampliar sus capacidades expresivas sin despojarla de su carga emocional. Su trabajo indaga en cómo la voz —ese puente entre cuerpo, memoria y emoción— puede sobrevivir, transformarse y reimaginarse en un contexto cada vez más mediado por la inteligencia artificial y las tecnologías del sonido.
Sin embargo, más allá de la innovación técnica, Ama se revela como un ejercicio de honestidad emocional y vulnerabilidad. Es un canto que brota desde lo más profundo del cuerpo, desde el recuerdo y el deseo, desde la necesidad de mantener viva una conexión con aquello que ya no está. En cada frecuencia, en cada resonancia, late la idea de que el cuerpo —incluso cuando se fragmenta en bits o se traduce en ondas digitales— conserva su capacidad de sentir y resistir.
Ama no solo marca el inicio de una nueva etapa en la carrera de María Arnal, sino que también plantea una reflexión sobre el poder sanador de la voz y su potencial para crear comunidad. Es una invitación a escuchar el silencio, a reconocer las heridas, y a transformar el dolor en armonía. Un viaje hacia lo más profundo de la emoción humana, proyectado hacia el infinito de lo digital.









